CAMPANAS PARA EL ESPíRITU

 

En medio del silencio de la muerte
en el sopor cercano de la contaminación
física y espiritual
surge un toque de atención,
de alerta,
de llamada,
la vibración
atraviesa límpidamente
la nube sofocante.
Se convoca asamblea
para salir de nuestras trincheras
y empezar a empujar las tinieblas.
Somos ya pocos,
estamos agazapados
cubriéndonos,
tratando de respirar,
aguantando la riada
de detritus
contra corriente,
contra viento y marea,
en medio del huracán de la muerte,
soñando
en nuevos amaneceres;
vibrarán de nuevo,
vibrarán las campanas,
nos levantaremos
de nuestras tumbas,
alzaremos nuestros rostros
al aire fresco
y limpio de la mañana
y oiremos de nuevo
el tañir de las estrellas.

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Ricardo Ugarte de Zubiarrain (1974)